
Aire comprimido en la industria química
Hay muchos puntos de entrada de la contaminación en un parque químico. Es posible que conozca algunos de ellos. Por lo general, la necesidad de actuar sólo se pone de manifiesto en una fase posterior. La vigilancia continua mediante tecnología de medición puede proporcionar indicaciones tempranas.
La fabricación de productos químicos de alta calidad implica el uso de sustancias tóxicas, corrosivas y variables. Esto significa que el aire comprimido puede reaccionar con estas sustancias si está contaminado. A menudo, el aire comprimido entra incluso en contacto directo con el propio producto durante el proceso de producción, por lo que debe estar sujeto a las normativas más estrictas y a un control permanente. Esto requiere un aire comprimido absolutamente exento de aceite, seco y constante.
Especialmente en un sector tan exigente como el químico, es preciso garantizar la fiabilidad del proceso y un funcionamiento sin problemas, sin grandes fluctuaciones del punto de rocío ni de la presión diferencial: para la máxima seguridad y eficacia.
Sustancias reactivas
En el contexto de los procesos de producción química, la Directiva ATEX 2014/34/UE, con sus disposiciones europeas sobre protección contra explosiones, es especialmente relevante. Las aplicaciones en entornos petroquímicos también requieren altos estándares de seguridad, que se resumen en las normas técnicas de la API.

Aplicaciones en el sector químico
Transporte neumático
In numerosos sectores se trabaja con materias primas en polvo o en grano. El aire comprimido se usa como aire de transporte, para trasladar estas sustancias por la instalación de producción o dosificarlas. En la industria química, se transportan productos químicos en forma de materias primas y polvo a través de tuberías hasta el lugar de su siguiente tratamiento, por ejemplo, en silos, instalaciones de dosificación o producción. En este proceso, el aire comprimido utilizado debe disponer de un grado de secado definido, para que el polvo y el granulado no se combinen o apelmacen debido a la humedad residual.
En las grandes plantas químicas, a menudo el suministro de aire se realiza mediante tuberías exteriores. Aquí se requiere un punto de rocío de presión bajo para evitar la condensación. Para los grandes caudales, se recomienda mantener una redundancia en las instalaciones de secado para garantizar el suministro constante en complejas instalaciones químicas y petroquímicas.
Tratamiento de polvos y granulados
En los procesos químicos se fabrican los más diversos productos, que incluyen cemento en polvo, plásticos y cauchos, adhesivos, productos farmacéuticos, limpiadores y cosméticos. Estos productos se generan con materias primas naturales (grasas y aceites) o sintéticas (p. ej. etileno, estireno, cloruro de vinilo) . En el marco de la fabricación, el aire comprimido ayuda en el procesamiento, triturando, pulverizando, descompactando, mezclando u homogeneizando estas sustancias de partida. Con ello, el aire comprimido debe tener un grado especial de secado, además de la limpieza que se va definir individualmente a en función del tipo de aplicación, para que el polvo y el granulado no se compacten o aglutinen debido a la humedad residual.
Si entra en contacto directo con el producto, por ejemplo, en la pulverización de detergentes y su posterior uso como aditivo para las pastillas para lavavajillas, el aire comprimido debe estar totalmente libre de aceite. Para garantizar la seguridad del proceso, es imprescindible tanto una monitorización permanente como una documentación completa de la calidad del aire comprimido.
ÁREA EX
El aire comprimido se puede emplear en instalaciones químicas para tareas de medición, control y regulación. Ante todo, el aire comprimido se usa también en áreas con riesgo de explosión (zonas EX) porque, en contraste con la corriente eléctrica, no genera chispas. Así, por ejemplo, se pueden manejar herramientas de aire comprimido y plataformas elevadoras con un accionamiento libre de fuentes de ignición. El aire comprimido es una fuente de energía segura en entornos con riesgos de explosión y, por tanto, está explícitamente admitido para su uso en zonas EX.
En las plataformas petrolíferas y en los depósitos de gas natural y petróleo, a menudo se requiere mucho aire comprimido, y en ellas se aplican estrictas disposiciones de seguridad. Asimismo, el aire comprimido está expuesto a las duras temperaturas del entorno. Dado que los dispositivos de control y regulación suelen estar en la zona exterior, es necesario garantizar que los dispositivos neumáticos, por ejemplo, estén protegidos de las averías por condensado o de la congelación.